Clare: Es duro quedarte siempre atrás. Espero a Henry; no sé dónde está y me pregunto si estará bien. Es duro ser la que queda.
Me mantengo ocupada. El tiempo transcurre más deprisa de ese modo.
Me voy a dormir sola, y sola me despierto. Doy paseos. Trabajo hasta agotarme. Observo el viento juguetear con los escombros que arrastan el invierno hasta la nieve. Todo parece simple hasta que piensas en ello. Por qué la ausencia intensifica el amor?
Hace mucho tiempo los hombres salían al mar, y las mujeres los esperaban, de pie junto a la orilla, escrutando el horizonte para divisar el dominuto barco. Ahora yo espero a Henry. Él se desvanece sin quererlo, de repente. Yo lo espero; y cada momento de esa espera lo percibo como un año, como una eternidad. Cada momento resulta tan lento y transparente como el cristal. A través de cada instante puedo ver infinitos alineados, aguardando. Por que se há marchado a dono yo no puedo seguirlo?
Henry: Que se siente? Qué se siente en la realidad?
A veses es como si tu atención errara durante tan solo un instante. (...)
Esse é o início do livro La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger. É uma história de amor, em que Henry tem a capacidade ou incapacidade de viajar no tempo. Ele sempre lembra de tudo o que viveu. A história parece boba, mas é bem legal. Fala sobre espera, sobre entrega, entre outras coisas. Comprei esse livro no ano passado na Fnac em Madri. Eu li esse trecho e não resisti, tive que comprá-lo, mesmo sendo uma tradução do inglês para o espanhol. São aquelas pequenas oportunidades que aparecem e que se a gente não aproveita, já passaram. A autora é uma artista plástica americana. E, talvez o ritmo do livro, dê a idéia do tempo dilatado de uma videoarte, mas que faz todo sentido, porque também ficamos esperando as páginas passarem e as coisas acontecerem, assim como Clare espera Henry.
Nenhum comentário:
Postar um comentário